La hostilidad del espacio ha sido reflejada en varias ocasiones por
directores más o menos talentosos, ya sea en forma de asteroide gigante
como hizo Michael Bay en Armageddon o recurriendo a alienígenas aterradores, la mayoría de las veces antropófagos. No obstante, en Gravity
Alfonso Cuarón opta por algo mucho más simple e inteligente, el enemigo
es la inmensidad misma, la soledad que produce el estar tan alejado de
la sociedad.
Este thriller de ciencia ficción apuesta esencialmente por la tensión,
el espectador presenciará una lucha constante por la supervivencia de
dos astronautas interpretados por George Clooney y Sandra Bullock. La
historia comenzará con una sencilla misión rutinaria de mantenimiento
comandada por el veterano Matt Kowalsky, aunque la protagonista, sin
embargo, será la doctora Ryan Stone, una novata que guarda un pasado
familiar algo trágico. Unos cuantos fragmentos de basura espacial
pondrán en jaque al equipo, llevándoles a situaciones extremas de vida o
muerte.
El destino de Stone dependerá de una cercana estación espacial, la única
posibilidad de regresar a la tierra. Si bien el argumento puede parecer
muy típico a primera vista, lo cierto es que Gravity no cae en
ningún momento en el aburrimiento, Cuarón dota de una tremenda
personalidad al espacio, convirtiéndolo en un enemigo a batir. El uso
del 3D, acentúa además esa atmósfera angustiosa que deben de sentir los
astronautas cada vez que se dan un "paseo" por las estrellas, una tarea
bastante peligrosa.
La película está perfectamente apoyada por los efectos especiales, los
cuales son utilizados muy acertadamente en los momentos de mayor
peligro. El tiro de cámara es otro de los elementos sorprendentes del
film, el director consigue desplazar al público sin problemas a un mundo
oscuro y silencioso mediante planos subjetivos cargados de estrés.
En la cinta también hay pequeños momentos dedicados a la belleza con
hermosas vistas del planeta azul y con reflexiones esperanzadoras, hay
en definitiva un mensaje positivo a pesar de las terribles
circunstancias. Es difícil encontrar defectos a una película espacial
con una producción tan elaborada. Puede que lo único que se eche en
falta durante el largometraje sea una mayor presencia de Kowalsky, el
carismático personaje encarnado por Clooney, que no queda del todo
explotado, aunque también hay que reconocer el esfuerzo físico realizado
por Bullock en las numerosas escenas de acción.
El guión, escrito por Alfonso y Jonás Cuarón, padre e hijo, entretiene
de principio a fin y define bien a los dos astronautas sin profundizar
demasiado. El autor de Y tu mamá también cambia aquí
completamente de registro acercándose más al sistema made in hollywood
propio de los grandes estudios, ese estilo que se cubre normalmente de
espectacularidad concediendo un rol secundario a los diálogos, lo cual,
en este caso concreto no está nada mal, pues los textos de los
personajes aportan únicamente avisos informativos para los más
despistados, pero no son indispensables.
Por si no había quedado claro el talento del director mexicano en anteriores obras como La princesita (1995) Y tu mamá también (2001), Harry Potter y el prisionero de Azkaban o Hijos de los hombres (2006), con Gravity Cuarón da el toque de gracia revelándose como uno de los mejores cineastas extranjeros de los últimos tiempos.